Sí, lo confieso. Desde que cayó en mis manos el libro 100000 kilómetros tras los OVNIS me obsesioné con el fenómeno hasta tal punto que yo también quería salir en busca de testigos de ese misterio, de esas confesiones que declaraban que no estamos solos en el universo, que ahí fuera tenemos vecinos (unos más hostiles y otros menos, como puede pasar en cualquier comunidad). Tenía unos 10 años, y como a esa edad, lógicamente, no podía recorrer la España mágica, pues me tenía que conformar con testigos cercanos, cualquier libro que encontraba sobre el tema, programas de radio y mis propias experiencias observando el cielo las noches de verano. Un domingo de rastro encontré en uno de los puestos de viejo unos libros azules que parecían una compilación de artículos sobre el universo y, tras el obligado regateo, mi padre consiguió un buen precio y nos los llevamos a casa. Y ahí fue donde lo vi, el mensaje esperado, el mensaje que confirmaba que no estábamos solos, la añorada respuesta a un mensaje lanzado al cielo (imaginad esto desde la mente de una niña que solo tenía la Encarta como ventana digital al mundo), el mensaje de Arecibo, en blanco y negro, en una página Din A4 y su respuesta, el mensaje de Chibolton. Estaba tan fascinada, que hice una copia de los dos mensajes a mano, pintando cuadrito a cuadrito, y lo colgué en la puerta de la habitación (todavía está ahí), y hasta me plantee (no recuerdo si lo comencé), en hacerlo en punto de cruz (sí, estaba aprendiendo punto de cruz, no juzguéis con mucha dureza que lo estoy volviendo a retomar). El caso es que repasando temáticas para poder escribir artículos para este recién inaugurado blog, me he dado cuenta de que el mensaje de Arecibo cumplirá 50 años desde su lanzamiento el 16 de noviembre de 1974 (Y no, no tengo 50 años, soy milennial de esos, ya que gusta tanto encasillar hoy en día).
Pero, ¿qué es el mensaje de Arecibo? Ni más ni menos que un intento de establecer contacto con algún ser de fuera de nuestras fronteras terrestres, más concretamente con el cúmulo M13 (la Constelación de Hércules, a 25000 años luz de nosotros), enviando una serie de datos básicos sobre nuestra civilización desde el radiotelescopio de Arecibo con una señal de radio de 3 minutos, y un millón de veces más potente que la usada en las transmisiones de televisión. Los artífices principales de este mensaje fueron Frank Drake, astrónomo y astrofísico creador de la Ecuación Drake, y Carl Sagan, también astrónomo y astrofísico, más conocido por su papel de divulgador en la serie Cosmos. Junto a un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell, lograron condensar en 1679 dígitos binarios la siguiente información:
- Sistema numérico del 1 al 10.
- Números atómicos de los cinco elementos básicos sobre el que se sustenta la vida y conforman el ADN.
- Nucleótidos del ADN.
- Estructura de doble hélice del ADN.
- Anatomía básica del ser humano y su estatura media.
- El sistema solar de nuestra procedencia, destacando la Tierra.
- Un esquema básico del Radiotelescopio desde donde se lanzó el mensaje.
Ahora mismo podrás estar pensando en otro mensaje que lanzamos con características parecidas, ¿verdad? Concretamente en las sondas I y II de la misión Voyager en cuyo interior se puede encontrar también unos discos físicos con información sobre nuestro planeta y los seres humanos, además de sonidos y música. Estas naves fueron lanzadas tres años después del mensaje de Arecibo, en agosto de 1977. Y, ¿quién diseñó ese otro mensaje? Pues de nuevo el equipo de investigadores de la Universidad de Cornell bajo la dirección de Carl Sagan. Las sondas, actualmente, siguen su camino adentrándose por rincones inexplorados, y que sepamos (que nos hayan contado), no se ha topado con ningún ser inteligente que nos haya devuelto la llamada, pero, ¿podemos decir lo mismo del mensaje de Arecibo? ¿Obtuvimos ya una respuesta? Veamos.
Radiotelescopio de Chilbolton, situado en Hampshire (Reino Unido). El 21 de agosto de 2001 se notificó que en un campo de cultivo cercano a este observatorio habían aparecido unas figuras popularmente conocidas como círculos de las cosechas (aunque aquí no hay forma de círculo). Hubieran sido unas figuras más para el archivo de los investigadores de este fenómeno si no se hubiera tratado de un mensaje similar al lanzado 27 años antes desde Arecibo junto a un inquietante retrato de uno de estos vecinos cósmicos casi en 3D.
Lo primero que llama la atención de ambas figuras, es que la supuesta entidad que la realizó es la típica criatura que nos viene a la mente cuando nos imaginamos los extraterrestres, la misma que muchas películas de ciencia ficción se han encargado de difundir con más o menos el mismo estereotipo: pequeños, cabezones, sin boca o muy pequeña, la nariz apenas dos rendijas, ojos un tanto saltones y extremidades alargadas y muy delgadas… o sea, los llamados grises de toda la vida.
Al representarse este ser tan manido, obviamente surgieron las dudas sobre la autenticidad, y hasta día de hoy hay voces que sostienen que es una respuesta al mensaje de Arecibo real, pero otros se inclinan más por la opción de que es una broma realizada por trabajadores del propio radiotelescopio.
A continuación, analicemos el mensaje con la respuesta. ¿Cuáles son las diferencias con el lanzado por la humanidad?
En la parte superior, al igual que el nuestro, muestra los número del 1 al 10, es decir, que estos seres también usan el mismo sistema de numeración. Debajo de estos se detallan los números atómicos sobre el que se sustenta su forma de vida, coincidiendo con los cinco de nuestro mensaje, pero añadiendo un sexto, que es el sílice.
En el apartado sobre los nucleótidos del ADN, nos muestran que su cadena de ADN es de triple hélice.
Y en la descripción, como he detallado anteriormente, corresponde con la anatomía de los grises, informando de que su altura media es de 1,20.
Sobre el sistema solar representado se podría interpretar de dos maneras: Que su sistema solar también gira alrededor de una estrella como el nuestro, y que habitan 3 de los planetas que lo conforman, o algunos han querido interpretar que son vecinos muy próximos, señalando que habitan en Júpiter y sus lunas, pero también en Marte y en nuestro planeta…
Y para finalizar su mensaje, también dibujan con detalle la estructura usada para captar nuestro mensaje y para emitir el suyo, una especie de construcción con paneles que algunos han resaltado que fue representado anteriormente en un círculo de las cosechas, pero no he logrado encontrarlo.
Respecto al otro diseño, sería la representación del rostro de los que se atribuyen la autoría del mensaje resaltado mediante un sistema de puntos para dar ese efecto de claroscuro, y por tanto, de relieve, mostrando esta diferencia de tamaño de cráneo y facciones tan diferentes a las nuestras.
¿Usted qué opina? ¿Es un fraude provocado por científicos ociosos del radiotelescopio de Chilbolton, o realmente podría ser una respuesta de seres de fuera de nuestro planeta?
Imagen de cabecera obtenida en Freepik
Imágenes del artículo obtenidos en Wikipedia y la web temporarytemples.co.uk
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